El juego de cámaras de Grecia fue, en mi opinión, uno de los mejores del año. Tiene algunos planos que son sencillamente maravillosos.
Que eso no bastó para salvarlos de un Nick vocalmente por debajo de lo que podía hacer, de un Risky con 0% de actitud y un directo desastroso, de un mal puesto de actuación y de una cama elástica que no hacía nada más que distraer... por supuesto.