La Copa que yo querría
By Axel Torres Updated: septiembre 4, 2013
Esta web nació en una estación de servicio de una carretera francesa. Regresábamos, Albert Fernández, Raúl Fuentes y un servidor, de haber presenciado el partido de la Copa de Francia entre el AFL Mende y el Le Havre. “Oye, que hay un equipo de séptima división que ha superado diez rondas y hoy juega contra un club profesional. Nos queda sólo a cinco horas en coche. ¿Y si vamos?”. Y así fue. Alquilamos un coche, salimos a las nueve de la mañana y llegamos a Mende para comer. Lo contamos todo, de hecho, en este reportaje sonoro que se emitió en Radio Marca:
Estadio Jean-Jacques Delmas de Mende, donde se disputó el AFL-Le Havre
Estadio Jean-Jacques Delmas de Mende, donde se disputó el AFL-Le Havre
Quedamos tan fascinados por la historia que decidimos, tomando un café de pie en la clásica parada para partir en dos las cinco horas de viaje, que había que hacer más cosas como esa. En ese momento le dije a Albert: “Tenemos que ir al Bradford-Swansea”. Y, en efecto, le mandamos una semana a Gales para vivir la previa de la final de la Capital One Cup. Hasta abrimos un blog especial sobre el partido; un blog que vino a ser la primera prueba de cara a la apertura de esta web que hoy estás leyendo.
Lo que nos cautivó en Mende fue lo que más nos interesa del fútbol: cómo el juego puede representar un acontecimiento social, cómo puede convertirse en una celebración para todo un pueblo que vive escondido entre montañas. Los vínculos con el AFL Mende se estrecharon: les invitamos al Barça-PSG al Camp Nou unos meses después e incluso conseguimos que Andrés Iniesta accediera a recibir durante unos minutos a Stéphane Saurat, el entrenador del AFL, que había estado esperando ese momento durante años por la devoción que siente por el crack manchego. Saurat le entregó una camiseta y un póster del AFL y le explicó a Iniesta quiénes eran los mejores jugadores del equipo.
Las Copas son esto: las Copas son magia. Magia. Eres el AFL, no te conoce nadie, juegas en séptima división, empiezas a ganar partidos y de repente llegas a una ronda contra un equipo profesional y L’Équipe te dedica una página entera. Hasta vienen unos periodistas españoles. Mantienes contacto con ellos. Y resulta que puedes llegar a saludar a Iniesta. La Federación Francesa te invita, a todo el equipo, a Saint-Denis, para que veas en directo la final del torneo en el que has sido el equipo revelación. Si esto no es magia…
Hoy empieza la Copa del Rey en España y tiene muy poca magia. Obviamente, nos dará grandes partidos, pero para ver grandes partidos en términos de calidad ya tenemos la Liga, la Champions, la Europa League y los mejores campeonatos nacionales de Europa. Las Copas no fueron pensadas para el espectáculo de la excelencia. Fueron pensadas para el hechizo de los cuentos de hadas.
Se habla mucho de jugar a partido único, pero para mí eso no es lo más importante. Lo fundamental es abrir el torneo a todos los clubes federados del país. Como en Francia y como en Inglaterra. A todos. Hasta el último clasificado de un grupo de Tercera Regional debe poder jugar la Copa. Que en España sólo queden 5 equipos vivos de Segunda División y 7 de categorías no profesionales cuando entran los equipos de Primera es trágico para el espíritu original de los torneos coperos.
¿Cómo haría yo la Copa? Exactamente como en Francia. Así:
Plaza garantizada para todos los clubes de Primera, Segunda, Segunda B y Tercera en la fase final.
Entrada progresiva según categorías.
Fases regionales para determinar qué clubes amateurs llegan a la fase nacional. Más de 700 plazas para clubes amateurs en la fase final.
Todas las rondas a partido único. Si hay dos o más categorías de diferencia entre el grande y el pequeño, el pequeño es el local. Si el pequeño no posee un campo en condiciones para las rondas más avanzadas, juega en el campo que reúna las condiciones más cercano a su ubicación. Si los dos contendientes son de la misma categoría o sólo hay una categoría de diferencia, se sortea quién es el local.
En caso de empate, hay prórroga. Si permanece, penaltis. No hay “replays”. Se decide todo a partido único el mismo día.
¿Es factible esto? ¿Cómo se organizaría? Más o menos así…
Propuesta Copa del Rey siguiendo el modelo frances. (Grafismo: David Fernández / MI).
Propuesta Copa del Rey siguiendo el modelo frances. (Grafismo: David Fernández / MI).
Obviamente, los números de participantes son aproximados porque habría que descontar los filiales que hay en cada categoría (los filiales no podrían disputar la Copa, porque se entiende que cada club sólo puede tener un representante en el torneo). Los 728 equipos que salieran de las fases regionales vendrían determinados por las rondas clasificatorias organizadas por cada federación territorial. Se podría establecer un reparto de plazas proporcional en función del número de clubes federados que tenga cada federación.
Ojalá.