La parte final del capítulo con la visita a la residencia donde está la abuela y la reflexión de la niña sobre lo de vivir el presente teneindo en cuenta lo que nos va a deparar el futuro ha sido una de mis partes favoritas.
El tono humorístico que emplean ambas en algunas partes hacen que la lectura de hechos tan serios y trascendentes sea más llevadera, así como la alternancia de capítulos cortos de una y de otra. Ese cambio de enfoque le da mucho dinamismo al libro, sobre todo en los fragmentos más filosóficos o con más referencia culturales en los que hay que poner los cinco sentidos para no perderse nada. La verdad es que en este aspecto me ha sorprendido el libro porque me esperaba algo más "ligerito" y me encuentro con reflexiones bastante complejas. Se nota que la autora domina bien el tema.
Deseando ya el encuentro entre las dos.