Por fín en este capítulo, la trama avanza un poco, aunque la verdad es que a mí lo de las mosquitas ya me cansa.
Me gusta esa recreación de los intelectuales decimonónicos, de que la sociedad es sólo esa alta sociedad en la que se mueven (los brahamanes les llaman aquí) de forma que nos hacen creer, como creeen ellos, que a Dante sólo los conocen los miembros del club. ¡Qué interesatne que de repente se acuerden de los italianos!! A mí me ha parecido un golpe de humor.
Otro personaje que me ha llamado la atención es el de Oliver Wendell Holmes Junior, le dan mucha importancia, para la ausencia de protagonismo que tiene. No sé si aparecerá como elemento importante más adelante, o es una forma de explicar a su padre. Ya que ese se mira en él como un espejo, quiere ser como él, pero al tiempo, no lo comprende en absoluto y por lo tanto, no entiende el rechazo que suscita en su hijo.