La calle 42 (1933)
De nuevo tenemos otra película para la resaca de la Depresión. Una película que se lo que hay detrás de los telones y de lo que cuesta montar un espectáculo. Los sacrificios tanto en saludo, como (lógicamente) en amores, porque una película sin amores en hollywood no es concebible.
Lo que no me ha gustado esa ida y venidas de amores, ahora salgo contigo, mañana con otro y al día siguiente te veo con otro pero no siento celos, si no que ayudo. Es algo muy raro, pero quizás quiera decirnos el enorme puterío que hay detrás.
Esta película también es un poco machista, donde a la mujer se la busca por guapa y por sus piernas, y da igual lo que haya encima de los hombros, bueno sí, tiene que haber una bonita cara.
Cuenta con un par de musicales bastantes buenos, y bueno, es lo que ya he comentado en varias películas, la gente quiere evadirse y dejarse llevar por las luces, vestidos, amores y números musicales.
En esta película cuenta con diversos actores ya muy reconocibles en esta época, incluida Ginger Rogers que aquí, aún, tiene un papel muy secundario.
Un 5