Pues es una pena, porque los temas eran muy buenos en general. No obstante, sobraba ahí el jurado casposo comentandolo todo en plan jurado de La Voz
Que una preselección no debería tener formato de concurso de talentos, porque si no tratas a los participantes con el respecto que se merecen y no como amateurs que se merecen comentarios de jurados aleatorios, los espectadores harán lo mismo.
En España lo hicimos mucho mejor,
excpeto los momentos en los que tenían que hacer su alegato al público de por qué tenían que ganar que eran de vergüencita ajena y deberían ser eliminados ipso facto.