A destacar del artículo:
La característica estructura de flecos que vimos en la preselección española se mantiene aunque se ha adaptado a las posibilidades del escenario de Liverpool. A diferencia de la del Benidorm Fest, se ha convertido en una pieza transportable con una altura de 3,5 metros (la máxima permitida por los organizadores del festival) en lugar de estar colgada. Esto facilita el cambio de escenografía entre una actuación y otra y permite una transición limpia durante los primeros segundos de la actuación de nuestra representante.
El resto de la actuación sigue acorde con la que vimos en el Benidorm Fest, eso sí, aprovechando los diferentes tiros de cámara y con la incorporación de nuevos planos durante la segunda parte de la canción. Otra de las partes más potentes de la actuación y uno de los mayores cambios con respecto al Benidorm Fest es el juego lumínico que iremos descubriendo en los posteriores ensayos.