Cadena: RTVE
Método de selección: Preselección con los 16 concursantes de Operación Triunfo 2018
Fecha: 20/01/19
Intérprete: Miki
Título de la canción: La Venda
Título en español: La Venda
Idioma: Español
Compositor: Adrià Salas
Letrista: Adrià Salas
España, ese país al que le gusta dispararse en el pie cuando se trata de Eurovisión...
No, es en serio. El problema con España no es la materia base sino la ejecución. Casi todos los años tiene algo que, bien hecho, podría conseguir mucho mejores resultados de los que al final consigue, pero siempre se las arreglan para echarlo a rodar de una forma o de otra. Vamos a revisar la década pasada para ver cómo juega esto.
2010 fue un año un tanto raro. Ahí sí como que no había mucho qué hacer en la pre y probablemente Algo Pequeñito de Daniel Diges era la mejor elección, pero no habría hecho tanto sin la ayuda de Jimmy Jump y la forma como lo sobrellevó Daniel. Y esa puesta en escena... ¿Qué estaban pensando? En serio. Si no es por Jimmy no habrían quedado en el puesto 15.
En 2011 eligieron Que Me Quiten Lo Bailao, que por mucho que a mí me parezca un temazo, tengo que admitir que no tenía opciones de hacer mucho, peor aún así lo remataron con una puesta en escena a la que le faltaba espontaneidad y le sobraba coreografía. Y quedó tercera por la cola.
En 2012 llegó Pastora Soler con Quédate Conmigo, probablemente la candidatura más redonda que ha hecho España propiamente dicha. Sacó el primer top 10 de España en casi una década. Vale.
En 2013 fue El Sueño de Morfeo con Tigo Hasta el Final. La canción aunque podría ser mejor no era mala, y la puesta en escena tuvo algunos momentos bastante memorables (algo particularmente destacable considerando el bodrio de escenario en el que tuvieron que actuar). Pero falló la preparación previa. Raquel del Rosario no controlaba la canción como debía haberlo hecho y perdió el camino desde la primera nota. Resultado? Penúltimos sólo por delante de Irlanda y con un Jamalazo, porque quedaron últimos tanto en el televoto como en el jurado.
En 2014 tuvimos a Ruth Lorenzo con Dancing In The Rain. Es la candidatura más redonda de la década.. pero no la llevó España. La llevó Ruth, y si salió fue porque Ruth y su equipo se mataron a trabajar y no porque TVE haya colaborado con nada. Yo no le cuento ese top 10 a España, se lo cuento a Ruth.
2015 trajo a Edurne con Amanecer, probablemente el ejemplo más claro de toda la década de lo que hace mal España. Aquí tuvimos malas decisiones (la puesta en escena, los momentos superhéroe, etc) y mal ejecutadas (mostrar el cambio de vestuario cinco segundos antes de hacerlo, todos los momentos que se veía a Giuseppe cuando no se lo tenía que ver) y por mucho que Edurne interpretó la canción razonablemente bien, todo el resto se juntó para hundirla. Resultado final 21 de 27, y que dé las gracias.
En 2016 fue el turno de Barei con Say Yay. Dejando de lado el error fundamental que fue no mandar a Salva Beltrán, Barei básicamente cometió los errores que no cometió Ruth: dejar la preparación en manos de TVE, para llegar a los ensayos y descubrir que la comunicación de TVE con la organización del concurso había sido casi peor que inexistente, y tener que armar, parchar, planchar y ensayar su puesta en escena en dos días. Por supuesto, así no hay forma de salvar una candidatura. El puesto 22 de 26 se explica perfectamente.
2017 fue el año de Manel Navarro. Ese año el error estuvo desde la pre (por mucho que me gustaran los senos al aire, creo Mirela habría cometido los mismos errores que Manel. La única de la pre que tal vez habría podido hacer algo era LeKlein y ni de eso estoy seguro). Y para colmo, su puesta en escena era un descarte de Pannecouke armada antes de tomarse el café de la mañana, que terminó por hacerlo olvidable. Todos sabemos cómo quedó. Ahora, incluso Manel habría podido rascar cuatro o cinco posiciones con una mejor puesta en escena y una preparación que evitara el gallo. Pero no pasó porque nadie lo hizo.
En 2018... todavía estoy tratando de entender lo que sucedió. Alfred y Amaia funcionaban mucho mejor sobre el papel de lo que les fue. Sí, en el camino dejaron atrás a Magia Lo Malo, que habría podido hacer mucha pupa en Eurovisión y eso fue básicamente para terminar de cementar los ratings de OT, pero el conjunto tenía potencial. Aunque a Alfred y Amaia el encanto se les terminó menos de un año después, todavía lo tenían en ese momento, y la puesta en escena, bien vista, es anodina pero razonablemente correcta. Yo diría que el problema fue de enfoque: tanto a ellos como a la producción se les olvidó que lo que era importante era llegar al público en sus salas. La química estaba entre ellos, pero la compartieron un poco con el publico en la arena y nada con la cámara. Si comparamos con Calm After The Storm, otra candidatura que basó su impacto en la química entre sus intérpretes, CATS además de tener una puesta en escena y una canción muy superiores se las arregló para incluir al espectador en la química de los participantes. Están esos pequeños momentos en que la cámara está detrás de uno de ellos y el otro canta mirando directamente al espectador, incluyéndolo en la complicidad de los intérpretes. Alfred y Amaia no tenían eso. Tenían una química y una puesta en escena completamente cerradas y no les importaba el espectador, y por lo tanto al espectador ellos no le importaron. Un error sutil, pero que se pagó muy caro: Puesto 23 de 26.
Y llegó 2019. ¿Cuál fue el error en 2019? Empecemos por la parte de que un reality show no es necesariamente la mejor forma de elegir a la candidatura (Ahí están Lo Malo y Almaia para probarlo) porque el público se identifica más con los concursantes que con las candidaturas y vota según carpetas y no según lo que de verdad votaría sin prejuicios. Pero este año hubo algo mucho peor:
Casi ninguno de los concursantes quería ir.
Llamémoslo una declaración de principios porque el concurso se iba a celebrar en Israel, pero el caso es que de los 13 concursantes que les asignaron canciones para ir a Eurovisión, más de la mitad no querían ir, incluyendo algunos de los megafavoritos. Considerando esto y que muchos no hicieron su mejor esfuerzo, fue una gala llena de srorpesas. Famous, que había ganado OT, quedó en el bottom 4, la gran favorita María dio una interpretación por cumplir y quedó segunda, y el sexo lugar de OT, Miki, ganó de sorpresa con La Venda:
https://www.youtube.com/watch?v=1JLtDWvIXNY
¿Y qué fue lo que pasó este año? ¿Dónde fue que España se las arregló para hundir su candidatura?
La canción estaba ahí. La Venda es un tema potente y memorable, con mezclas de ritmos de ska y que, con la excepción de Spirit In The Sky (aunque en ese momento no lo sabíamos), era el tema uptempo más pegadizo del año.
El cantante estaba ahí. Miki fue el concursante de la Gala Eurovisión que mejor vendió sus canciones, la prueba es que metió las dos en el top 3 de la gala y sumando las dos se llevó casi la mitad del voto. Y el tiempo que no pasaba ensayando y trabajando se lo pasaba en el gimnasio para poder ofrecernos esto:
Spoiler:
El trabajo previo por una vez estuvo ahí. Para dirigir la puesta en escena España contrató a Fokas Evangelinos, que lleva una década con puestas en escena de top 5 y que sabe asegurarse de que los PDFs le lleguen a tiempo a la organización y tengan lo que tienen que tener.
¿Qué fue lo que falló, entonces?
De nueva cuenta, diría yo, fue el enfoque.
España intentó hacer un tema AMIGABLE.
Para empezar, se hizo una nueva versión de La Venda en la que se añadieron guitarras y el trompeteo despreocupado se convirtió por momentos en trompeteo épico, lo que la hizo perder parte de la fuerza que tenía la versión original. La interpretación de Miki también se pulió de más. Aunque es importante que el artista controle su canción (ahí está Manel Navarro de ejemplo), en el caso de la Venda un punto muy importante es la autenticidad y la naturalidad, y aquí la interpretación vocal de Miki ganó tanto que terminó perdiendo:
https://www.youtube.com/watch?v=eWEFU2c3tBI
Y contratar a Fokas al final también terminó siendo un error. La especialidad de Fokas son puestas en escena elaboradas y con armatostes, con coreografías que llevan cada movimiento estudiado al mínimo y no tienen casi ningún espacio para la naturalidad. Fokas pone al artista al servicio de la puesta en escena, cuando la puesta en escena debería estar al servicio del artista, particularmente para una canción como La Venda. Con Miki, Fokas reemplazó casi todo el movimiento natural de Miki en una coreografía coordinada que no lo dejaba ser él mismo. Añadió una pared que representaba un edificio de departamentos y un muñeco con luces que sólo distraía durante quince segundos sin volver a salir y sin contribuir a nada, y el resultado final fue una puesta en escena que tenía tantas cosas que se estorbaban unas a otras:
https://www.youtube.com/watch?v=lWXuohnM14U
Creo que el único momento en que Miki de verdad pudo mostrar su carisma al público fueron estos dos segundos y el plano final de la canción. El resto del tiempo Miki estuvo tan ocupado creando la puesta en escena, y la cámara estuvo tan ocupada mostrándola, que no tuvieron tiempo el uno para el otro.
Y por último, aunque eso no habría sido problema si el resto hubiera funcionado, le tocó cerrar el show cuando todos los espectadores ya habían pasado por 25 canciones, y justo detrás de una de las puestas en escena más memorables del año si no es que de la década (y lo digo yo que la odiaba), así que básicamente Miki tiró todos los ases en su mano y se quedó con un dos y un cinco para jugar contra todo el resto de la baraja.
Al final Miki quedó en el puesto 22 de 26 que, al menos en mi opinión, fue bastante decepcionante. Creo que si esta candidatura hubiera tenido un enfoque distinto habría podido quedar top 10. Había la materia prima para hacerlo, el problema es que la envoltura no fue la correcta. Pero aún así, para mí representó un avance bastante importante. Fue la primera vez dese Ruth Lorenzo que la candidatura llevaba un trabajo completo detrás. Se hizo lo que se tenía que hacer, aunque la dirección fuera errónea. Comparado con los años anteriores en que la elección del artista se hacía por intereses comerciales (hola, Manel y Almaia) o que el trabajo se hacía a la mitad (Hola, Barey y Edurne), estuvo muchos pasos por delante.
Este año vamos a ver. España eligió a Blas Cantó, creo que es el primer artista desde Ruth Lorenzo que tiene tanto la motivación como el carácter para guiar la candidatura sin necesidad (o incluso en contra si es necesario) de TVE, y el primer artista desde Ruth que podemos esperar que entienda bien todo lo que tiene que hacer y lo haga si es necesario (porque seamos sinceros, a Miki, Almaia, Manel y Edurne TVE los llevó de la mano todo el camino, y a Barei no porque no había quién le diera la mano). La canción parece no terminar de convencer a algunos, pero esperemos que no sea un error fundamental.
Lo que menos me gustaría ver sería que España perdiera ese rumbo porque la inercia a vencer haya sido demasiada para que Miki la rompiera.