Eiji había vuelto a su dormitorio justo antes de que empezase la fiesta. Había pasado demasiado tiempo revisando la cocina y ahora estaba nervioso al tener a todos sus compañeros en el jardín, tal y como en el primer día.
Eiji abrió su armario para ver de que ropa disponía. No había traído nada formal, ya que, antes de entrar en la academia, no pensaba que asistiría a una fiesta.
Eiji: Quizá esto...junto con esto... Y...¿Esto quedará bien? - Eiji empieza a tirar la ropa que seleccionaba encima de la cama y, cuando ya había terminado de seleccionar, se giro hacía lo que había tirado, viendo que sus sabanas seguían manchadas de tierra seca.- Oh no...se me olvidó otra vez...
Eiji apartó la ropa de la zona manchada de su cama y se dispuso a cambiarse.
Su familia nunca había sido de las mas adineradas y, teniendo en cuenta que no vivía en una gran urbe, eso ya era decir bastante. La "mejor" ropa que tenía era una camisa a cuadros, un jersey estampado y una chaqueta azul acompañado por un pantalón de vestir. Eiji se revisó y pareció conforme con ello.
Eiji: Espero no desentonar demasiado... - Eiji revisó que su cámara estuviese en buenas condiciones y, por si acaso, cogió la cámara digital.- Allá vamos...
Nada más salir, la canción de Sato empezó, por lo que instintivamente cogió su cámara y comenzó a fotografiar la actuación, alternando por momentos con los compañeros que bailaban y charlaban. La pasión que desprendía Sato sobre el escenario cautivo a Eiji e hizo olvidarse de que
su vestimenta era de las mas simples en la fiesta.
