No sé si resulta evidente, pero Israel esta muerto y enterrado para el eurofandom. No sé que canción traeran el año que viene si es que tienen las narices de seguir participando (aunque yo la considero la capital mundial del cinismo), pero que no esperen que trayendo una diva minifaldera con bopito + dance break van a evitar otro atronador abucheo. Lo del pinkwashing es algo que se ha acabado para ellos, al menos en Eurovisión. Es por esa falta de visión de futuro por lo que la actitud de la delegación israelí me parece la mayor oda a la estupidez que he visto en mi vida.
Que tiempos aquellos en los que la presencia de Israel estaba normalizada y solo nos molestaba a cuatro progres metidos en batallas perdidas!. Tiempos en los que los artistas viajaban a tierra ocupada a participar el "Israel calling" sin ningún tipo de mala conciencia! (parece ser que la masacre del pueblo palestino comenzó de un tiempo a esta parte). La propia Noa Kirel habló en su Instagram de como siente nostalgia de aquellos no tan lejanos dias.
Admito que la jugarreta de la señora que descuartiza gatitos delante de niños palestinos por puro sadismo me tiene aún descojonandome de risa (sobre todo porque en la foto sale la cantante de Noruega que justo ayer colgó un video en el que decía "Frre Palestine"), pero es lo que tiene confraternizar con sionistas. Estoy seguro que de no haber ocurrido lo del 7-O, los participantes de este año en Eurovisión hubiesen confraternizado con la representación israelí de la misma manera que los de los años anteriores. Esto es lo que quiero denunciar: la hipocresía, el mirar hacia otro lado; tanto de los participantes en el festival como del eurofandom, que parece que estos últimos han tenido toda su vida una kufiya y una bandera de Palestina.